La historia de los croissants, aunque comenzó en Viena, Austria, es una historia profundamente arraigada en Francia. Este delicioso y crujiente postre se ha convertido en un emblema de la cultura culinaria francesa y hoy en día se puede encontrar en cualquier parte del mundo. Aquí te presentamos una guía paso a paso para preparar tu propio croissant en casa, ofreciéndote también un poco de historia del plato.
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Acerca de la Historia del Croissant

La verdadera historia del croissant es objeto de debate, pero la mayoría de las fuentes coinciden en que este pastel nació en Austria durante el siglo XVII. Se dice que las panaderías vienesas comenzaron a hacer croissants después de las guerras turcas como una celebración de su victoria. Sin embargo, fue en Francia donde el croissant realmente llegó a ser venerado. A finales del siglo XIX, la pastelería francesa perfeccionó el proceso de laminado de la masa, lo que llevó a la textura liviana y esponjosa que asociamos hoy con los croissants.

Ingredientes Para el Croissant

Aquí tienes lo que necesitarás para hacer tus propios croissants en casa:

  • 500 g de harina para todo uso
  • 280 ml de agua
  • 60 g de azúcar
  • 1 ½ de sal
  • 15 g de levadura fresca
  • 280 g de mantequilla
  • 1 huevo (para el glaseado)

Receta para hacer croissants Paso a Paso

  1. Combinamos la harina, el azúcar, la levadura y el agua en un tazón y amasamos hasta obtener una masa suave.
  2. Reposamos la masa durante unos 20 minutos.
  3. Mientras tanto, batimos la mantequilla en otro bol hasta que esté suave y flexible, pero aún fría.
  4. Extendemos la masa en una superficie ligeramente enharinada y distribuimos la mantequilla uniformemente por encima.
  5. Envolvemos la mantequilla doblándola hacia adentro, y luego la repetimos varias veces para crear múltiples capas delgadas.
  6. Dejamos la masa en el frigorífico durante unos 30 minutos para permitir que la mantequilla se endurezca de nuevo.
  7. Seguimos estirando y doblando la masa varias veces, volviéndola a enfriar después de cada par de dobleces, este proceso se denomina «laminado».
  8. Finalmente, cortamos triángulos de la masa y los enrollamos para formar la característica forma de medialuna del croissant.
  9. Pincelamos con huevo batido y horneamos durante unos 15 minutos a 200 °C hasta que estén dorados y crujientes.

Ahora ya sabes cómo hacer tus propios croissants. Experimenta con rellenos o simplemente disfrútalos tal cual. Verás que el tiempo y esfuerzo en preparar estos deliciosos panecillos laminados merece la pena.