Provenzal por excelencia, la Ratatouille es un guiso de verduras con fuertes influencias mediterráneas. En esta receta, las berenjenas, calabacines y tomates son los protagonistas, cocinándose lentamente con aceite de oliva y hierbas aromáticas francesas. Si bien sus orígenes son modestos, la ratatouille ha conseguido un reconocimiento mundial. Sigue siendo un plato muy apreciado por su sabor intenso y su versatilidad.
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Un Poco de Historia de la Ratatouille

Originaria de la región de Provenza en el sureste de Francia, la ratatouille es un plato campesino tradicional. El nombre proviene de las palabras francesas «rata» y «touiller», que literalmente significan «juntar». En sus inicios, se usaban las verduras de temporada para hacer un guiso casero, que con los años se ha refinado hasta convertirse en el apreciado plato que es hoy.

Ingredientes para la Ratatouille

La ratatouille lleva una serie de ingredientes básicos: berenjenas, calabacines, pimientos, cebollas, ajo y tomates. Todo esto se cocina con aceite de oliva y se sazona con hierbas Provenzales, como el tomillo, el laurel y el romero. Aunque la receta tradicional mantiene estos ingredientes, hay muchas variantes que incluyen otros vegetales o incluso carne.

La Receta Paso a Paso

  1. Pelamos y cortamos todas las verduras en cubitos del mismo tamaño.
  2. En una sartén grande, calentamos el aceite de oliva y añadimos las verduras una a una, comenzando por las cebollas y terminando con los tomates.
  3. Dejamos que las verduras se doren un poco antes de añadir las hierbas y el ajo.
  4. Tapamos la sartén y dejamos que todo se cocine a fuego lento durante al menos una hora.
  5. A medio camino, revolvemos suavemente para asegurarnos de que las verduras no se peguen a la sartén.
  6. Finalmente, salpimentamos al gusto y añadimos un poco más de hierbas aromáticas antes de servir.

Disfruta de tu Ratatouille

La ratatouille puede servirse caliente o fría, como guarnición o como plato principal. Acompaña bien cualquier tipo de carne o pescado. Aunque también es delicioso con un trozo de pan crujiente para absorber el jugo. En cualquier caso, es un plato que combina la sencillez y la exquisitez, transportándote al corazón de Provenza con cada bocado.