Este plato utiliza la deliciosidad de un croissant de jamón y queso para crear esta fácil cacerola de croissant de jamón y queso… Este es un plato que seguro impresionará en el desayuno y te garantizará elogios entre tus seres queridos. Aquí, te mostramos cómo hacerlo.

Ingredientes

Para preparar esta cacerola, necesitarás los siguientes ingredientes:

  • 6 croissants grandes, troceados
  • 250 gramos de jamón cocido, troceado
  • 200 gramos de queso cheddar rallado
  • 4 huevos grandes
  • 1 taza de leche entera
  • 1 cucharadita de mostaza en polvo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • Pimienta negra al gusto

Preparación Cacerola de Croissant de Jamón y Queso

  1. Primero, precalienta el horno a 180°C y engrasa una cacerola de 9×13 pulgadas.
  2. Dispón los croissants troceados en el fondo de la cacerola. Asegúrate de que estén distribuidos de manera uniforme.
  3. Añade el jamón por encima de los croissants y esparce el queso cheddar rallado encima.
  4. En un cuenco aparte, bate los huevos, la leche, la mostaza en polvo, la sal y la pimienta negra.
  5. Vierte esta mezcla sobre los croissants, el jamón y el queso en la cacerola.
  6. Deja reposar durante 20 a 30 minutos para permitir que los croissants absorban la mezcla de huevo.
  7. Finalmente, hornéala durante unos 35-40 minutos, o hasta que esté dorada y burbujeante.

Servir la Cacerola de Croissant de Jamón y Queso

Una vez que la cacerola esté cocida en su totalidad, la cacerola de croissant de jamón y queso está lista para servir. Puedes cortarla en porciones y servirla caliente para un brunch extravagante o un desayuno reconfortante durante las mañanas frías de invierno.

Sabores y Texturas en Armonía: Una Cacerola Ideal para Desayunos Reconfortantes

Esta cacerola es un deleite culinario que combina sabores clásicos y comodidad. Ideal para comenzar el día con energía y sabor. Su preparación es sencilla, lo que la hace perfecta para cocineros de todos los niveles. Con ingredientes fáciles de encontrar, es una receta accesible y práctica.

La mezcla de croissant, jamón y queso crea una sinfonía de sabores. Cada bocado es una mezcla de texturas suaves y crujientes. Es una receta versátil, adecuada para desayunos familiares o reuniones matutinas. Además, puede adaptarse a diferentes gustos, añadiendo ingredientes como hierbas o especias.