Ingredientes necesarios
Para la masa de las hojuelas se necesitarán: 300g de harina, 3 huevos, una pizca de sal, 50g de grasa (manteca o mantequilla derretida) y aceite para freír. Para el almíbar: 200g de azúcar, 2 cucharadas de miel y 125ml de agua.
Elaboración de la masa
En un tazón grande, combina la harina, los huevos, la sal y la grasa derretida. Amasa bien todos los ingredientes hasta que se forme una masa suave y ligera. Una vez lista, deja reposar la masa durante al menos una hora.
Fritura de las hojuelas sefardíes
Después del reposo, extiende la masa en una superficie plana y lisa. Con la ayuda de un rodillo, sigue amasando hasta obtener una masa fina. A continuación, corta la masa en pequeñas hojas cuadradas o rectangulares. Una vez listos, fríe los trozos de masa en aceite caliente. Cuando se doren, retíralos y déjalos escurrir sobre un papel absorbente.
Elaboración del almíbar y baño de las hojuelas
En un cazo bajo, pon a calentar el agua y el azúcar. Remueve hasta que el azúcar se disuelva por completo y empiece a formar burbujas. En ese momento, añade la miel y continua removiendo. Deja que el almíbar se espese ligeramente, pero cuidado de no dejarlo demasiado tiempo, pues podrías terminar con un caramelo duro. Cuando esté listo, baña las hojuelas en el almíbar.
Hojuelas sefardíes, presentación final
Finalmente, coloca las hojuelas en una bandeja y sírvelas. Es posible que te sobren algunas, si es así, puedes almacenarlas en un recipientes hermético para preservar su crocancia. Las hojuelas sefardíes son la combinación perfecta de sabores dulces y textura crujiente, un postre que sin duda, enamora.