El rabo de buey a la cerveza es una reinterpretación de un clásico estofado que normalmente se realiza con vino. Pero en esta ocasión, le daremos un toque original remplazando el vino por cerveza. El resultado es una salsa deliciosamente suave que complementa perfectamente la intensidad de la carne de buey.

¿Por qué usar cerveza en lugar de vino?

La cerveza tiene un sabor más suave que el vino, lo que produce una salsa menos intensa pero igualmente deliciosa. Además, al cocinar con cerveza, se realzan los sabores de los demás ingredientes. Así que si desea probar un estofado de rabo de buey con un matiz diferente, esta receta es la indicada para usted.

Ingredientes para el rabo de buey a la cerveza

Además del rabo de buey y la cerveza, necesitará cebolla. La cebolla no solo aportará sabor, sino que también engordará la salsa gracias a su contenido natural en azúcares que caramelizarán al cocinar. Es importante señalar que no usamos harinas ni maicena para esta receta, ya que confiamos en el colágeno de la carne para espesar naturalmente la salsa.

La Receta Paso a Paso

  1. Comenzamos por dorar las piezas de rabo de buey en una cacerola grande.
  2. Una vez doradas, retiramos la carne y en la misma grasa pochamos la cebolla picada.
  3. Añadimos la cerveza, preferiblemente una cerveza rubia. Ya que su ligero amargor contrastará maravillosamente con el dulzor de la cebolla caramelizada.
  4. Devolvemos la carne a la cacerola, bajamos el fuego y cocinamos a fuego lento durante 4-5 horas.
  5. A lo largo de la cocción, el colágeno de la carne se deshará, espesando la salsa de forma natural. Es una receta que lleva tiempo, pero el resultado vale la pena.

¿Cómo servir el rabo de buey a la cerveza?

Una vez que la carne esté tierna y la salsa en su punto, estaremos listos para servir. El rabo de buey a la cerveza se puede disfrutar solo, pero si prefiere acompañarlo, la patata cocida o el arroz blanco son opciones ideales para aprovechar al máximo la deliciosa salsa.

Sugerencias y Trucos

Si quieres un sabor aún más intenso, te sugiero que dejes la cacerola en la nevera durante la noche y la calientes de nuevo al día siguiente. Este plato es como muchos estofados, se vuelve mejor con el tiempo. Por lo tanto, si puedes resistir la tentación de comértelo inmediatamente, te recomiendo encarecidamente que esperes un día antes de servir tu rabo de buey a la cerveza.