Los espaguetis a la asesina son una receta tradicional de Bari, una ciudad ubicada en la región sur de Italia. Esta peculiar receta de pasta, a diferencia de la mayoría, no se cuece en agua. En lugar de eso, sus ingredientes poco ortodoxos y su técnica de cocción singular crean un fascinante platillo de pasta que encanta paladares de forma instantánea. ¿El ingrediente secreto? Picante. Como bien indica su nombre, estos espaguetis pican con alegría.

Ingredientes de los Espaguetis a la Asesina

La brillantez de esta receta se encuentra en su sencillez. Los espaguetis a la asesina se componen de pocos y simples ingredientes: pasta (por supuesto), tomate, guindilla y ajo. Aunque la guindilla pueda suponer un choque para aquellos menos acostumbrados a la comida picante, su presencia es innegociable. De hecho, es la guindilla la que le da a este plato su distintivo sabor picante y su animado nombre.

La Técnica de Cocción Única

Si los ingredientes de los espaguetis a la asesina parecen atípicos, la técnica de cocción es aún más inusual. Olvida la tradicional olla de agua hirviendo. En esta receta, la pasta se cocinará directamente en la salsa de tomate.

Primero, la salsa se prepara friendo el ajo en aceite. Luego, se añaden los tomates y las guindillas, cociéndolos a fuego lento hasta que la salsa espese. En este momento, se agregan los espaguetis secos directamente en la salsa, cociéndose a fuego lento hasta que la pasta esté al dente.

Este proceso de cocción único asegura que cada espagueti se impregne bien de la rica salsa de tomate y guindilla, dando como resultado una pasta intensamente aromática y sabrosa.

Disfruta de tu Plato

Tras una cocción cuidadosa, tus espaguetis a la asesina estarán listos para ser compartidos y disfrutados. Este poderoso y atrevido plato es una verdadera explosión de sabores que seguramente deleitará a cualquier amante del picante y de la pasta en general.

Si estás buscando una manera de darle vida a tu recetario de pasta, te invitamos a que pruebes estos espaguetis a la asesina. ¿Te atreves?